jueves, 3 de abril de 2008

Opinión

El contagio


Desde la niñéz que uno va adoptando modelos, primero es el padre, los hermanos, algún tío o amigo de la familia, observa, admira, rechaza y prueba. Se pone una camisa que le va muy grande, se sube al auto adueñándose del volante y hasta cela a su mamá, aprende. Un poquito mas grande, ya en un ámbito social, como lo son un club de barrio o el colegio, comienza a formar parte de algún grupo, comienza a "pertenecer", a sentirse bien siendo parte de un todo. Ya de mas grandes, en la adolecescencia aparecen los sueños, las metas, los objetivos y la presión. Esa que te genara las famosas "200 pulsaciones" y muchas veces, te saca de foco. En un grupo hay que ponerse de acuerdo en varias cosas, principalmente hay que definir un objetivo, luego un cúmulo de metas, cuáles serán las tareas a realizar y cómo se llevarán a cabo. Pero sin asumir un compromiso que conlleva a tomar una responsabilidad no se podrá lograr la unión, la fuerza interna que sentirán los demás, en nuestro caso, los rivales. Naturalmente la fuerza es fruto del contagio, pero; ¿A qué me refiero con esa palabra tan simple como importante?. El contagio son las ganas, el esfuerzo, el ejemplo de quien sabe que puede pero que quiere más, que no se relaja en los laureles, que no quiere perder su lugar, porque le costó y porque ya con los años aprendió que no existe recompensa sin esfuerzo, porque lo disfruta, lo quiere y lo defiende. Se sabe que la competencia potencia el nivel, la discusión otorga libertad para el replanteo pero siempre si se hace con buena leche, en favor del grupo. Cuántas veces se habrán preguntado de algún equipo campeón: "¿cómo hacen para ganar si son unos muertos?" Grecia en la Euro 2004, algún que otro Boca de Bianchi, Once caldas Libertadores 2004, Cienciano 2003, Argentina Subcampeón del mundo 1990 y tantos otros ejemplos que se encuentran por ahí. Ellos creyeron en sí mismos, se tuvieron confianza y se ayudaron, trabajaron mas y mejor que sus rivales, fueron concientes de sus limitaciones y explotaron sus virtudes (no por nada Argentina apostaba a los penales en la final del 90). Ahora, todos los campeones se construyen dia a dia, en cada práctica, en cada pelota, en cada indicación bien entendida, en el respeto mutuo, en saber cual es el aporte individual indispensable que cada uno teien que cumplir para que el engranaje funcione, esto es fútbol amateur, no existen estrellas ni salvadores, entonces son más las razones por las cuales hay que estar, siempre, en favor del grupo y del equipo, alentando, hablando, corrigiendo defectos, participando, construyendo esa sensación de admiración de cuando eramos chicos y soñábamos con la gloria, muchas veces juego esa final que se nos escapó el año pasado,hubiera sido el merecido reconocimiento a tanto esfuerzo y dedicación, no se si la volveré a jugar pero quiero quemar las naves para hacerlo, parta conseguirlo, pero, si no lo logro quiero dejarles algo, lo que mas les sirva, pero muchachos, la camiseta se siente y se defiende, soñemos juntos y hagamos de esto algo lindo, como lo fue siempre, pero unidos, contagiados.

Cone

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